Agricultores de 10 estados del país iniciaron el cultivo de flores de cempasúchil, que se comenzarán a cosechar en octubre próximo para estar listas en las celebraciones del Día de Muertos en noviembre próximo.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural informó que para este 2022 se estima una superficie sembrada de dos mil 050 hectáreas, con una expectativa de producción de 20 mil 245 toneladas.
El cultivo comienza con la selección de semilla al término de la cosecha del año anterior, la cual se almacena y utiliza en el presente ciclo. Una vez que la planta tiene una altura aproximada de 15 centímetros, se trasplantan a cielo abierto o en maceta y, posteriormente, se fertiliza.
Después de casi tres meses de crecimiento, a finales de octubre se realizará el corte de la flor, para ser comercializada en mercados locales, regionales y en 17 estados de la zona centro, sur y sureste del país y atender así la demanda por el Día de Muertos.
– La producción de esta flor se concentra en nueve entidades-
Puebla ocupa el primer lugar con una superficie sembrada de mil 557 hectáreas
La producción se concentra en 45 municipios de la entidad, entre los que destacan Atlixco (331 hectáreas), Palmar de Bravo (126), Tianguismanalco (129), Santa Isabel Cholula (76), Huejotzingo (65), San Jerónimo Tecuanipan (65), Huaquechula (57), San Pedro Cholula (57) y Quecholac (48).
Tlaxcala– 118 hectáreas
Hidalgo– 111 hectáreas
San Luis Potosí– 79 hectáreas
Guerrero– 69 hectáreas
Oaxaca– 43 hectáreas
Morelos– 32 hectáreas
Durango– 18 hectáreas
Sonora– dos hectáreas
De acuerdo con cifras del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en 2021 se sembraron dos mil 027 hectáreas de flor de cempasúchil a nivel nacional, con una producción de 19 mil 442 toneladas y valor superior a 93.4 millones de pesos.
El titular de Agricultura, Víctor Villalobos Arámbula, expuso que se trata de un cultivo que da vida a nuestras tradiciones y es fuente de empleo y bienestar para miles de campesinos que se preparan durante meses para su producción.
La agricultura tradicional de México no es solo una actividad económica, pues está profundamente vinculada con nuestra concepción de la vida y también de la muerte.
La siembra y la germinación de las semillas son una alegoría de nuestro alumbramiento, mientras que la cosecha y la preparación de alimentos ceremoniales son un recordatorio de la muerte y la trascendencia de nuestras almas.
El funcionario refirió que, para esta celebración tradicional en México, los productores tienen que preparar sus cultivos con antelación; por ejemplo, dijo, en el municipio de Huejutla, Hidalgo, el cempoalxochitl es sembrado desde finales de junio y cultivado en octubre, por lo que los campos van pasando del verde al amarillo intenso y al anaranjado.
Esta flor, de la que México es orgulloso centro de origen, ha cobrado gran relevancia a nivel mundial, particularmente en países del sureste asiático.
“Nuestro cempasúchil se ha convertido en el protagonista de varias festividades, en India, Corea del Norte, Japón y otros países; en el festival de luces de los hindúes, los adornos de flores se componen principalmente de cempasúchil; en Bali, Indonesia, los adornos religiosos formados por cempasúchil son de tal magnitud que la flor se ha vuelto un verdadero ícono de esta región”.
Ante esta relevancia económica y social, abundó, la Secretaría de Agricultura implementó acciones para resguardar y conocer más de esta planta, y otros cultivos originarios de nuestro país.
Con este objetivo, indicó, fue creado el Comité Sectorial de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura, y se trabaja en el desarrollo del Programa Nacional de Semillas 2020-2024, así como en el impulso al Proyecto Nacional de Plantas Nativas.