Con el objetivo de facilitar el intercambio comercial de productos frescos entre México y Estados Unidos, las agencias sanitarias de ambos países certifican plantas de irradiación en sus territorios, las cuales eliminan plagas y bacterias de los productos vegetales frescos.
Con el fin de evaluar las condiciones de operación de la nueva planta de irradiación Reveam Inc, ubicada en McAllen, Texas, funcionarios del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) visitaron las instalaciones y constataron que cuenta con la infraestructura necesaria y el personal técnico capacitado para garantizar la sanidad de los alimentos que se exportan.
El director general de Sanidad Vegetal del organismo de Agricultura, Francisco Ramírez y Ramírez y el especialista agropecuario en Certificación Fitosanitaria, Juvenal Morales Ramírez, destacaron que la nueva planta agiliza el control de empaque, ya que cuenta con capacidad para aplicar el tratamiento a 120 cajas por minuto.
Verificaron que la planta cumple con los lineamientos para respaldar la seguridad de los alimentos, establecidos por el Senasica y el Servicio de Inspección Sanitaria de Plantas y Animales del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (APHIS-USDA, por sus siglas en inglés) en el Plan de Trabajo Operativo para importación de productos de México, destinados para irradiación en Estados Unidos.
El inmueble tiene ocho líneas para armazones de madera, las cuales facilitan el manejo de la carga, y permiten que no se rompa la cadena de frío de los embarques, ya que el espacio tiene temperatura estable de cinco grados Celsius.
La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) es responsable de regular la energía que se utiliza para irradiar los alimentos que ingresan a ese país.
La irradiación como tratamiento fitosanitario es una variante de los procesos cuarentenarios convencionales, ya que su principal objetivo es neutralizar las plagas y minimizar riesgos para la sanidad vegetal de los países que importan.
Entre las ventajas que presenta el tratamiento destacan: que la fruta está libre de químicos, puede estar más madura al momento de su exportación y como no es sometida a altas temperaturas, conserva su sabor y su calidad, además de ser un método amigable con el medio ambiente.
Adicionalmente, es un tratamiento ágil, ya que los productos tardan sólo dos horas desde que ingresan a la planta hasta que salen en pallets para su distribución.
México actualmente cuenta con una planta de irradiación de clase mundial, ubicada en Matehuala, San Luis Potosí, la cual brinda servicio a miles de productores mexicanos que exportan sus mercancías a Estados Unidos.
Asimismo, la Secretaría de Agricultura trabaja en un proyecto para que las instalaciones de Metapa de Domínguez, Chiapas, que eran utilizadas para la cría y esterilización de machos de mosca del Mediterráneo, sean aprovechadas para irradiar frutos de exportación, provenientes de la región sur sureste del país, como mango y guayaba.